La infidelidad: hacia una
definición
El marido al llegar a su casa encuentra a
un hombre abajo de la cama.
Muy enojado le pregunta a su mujer:
- ¿Qué hace ese hombre abajo de la cama?
- Abajo no se, pero arriba maravillas.
Introducción
Podemos
definir a la infidelidad como la ruptura de un contrato, acuerdo o pacto
implícito o explícito, en el cual uno de los dos miembros en una pareja, tiene
algún tipo de relación con una tercera persona. Si bien esto puede sonar muy
claro, a veces los límites de qué es lo que se considera una infidelidad varía
de persona a persona.
Hay muchas
personas que piensan que si no hubo sexo no hay infidelidad, para ellos los
besos no contarían, otras más extremistas creen que tan sólo basta pensar en
serlo o fantasear con otra persona para cometer una infidelidad. Y algunas
otras personas que por ejemplo se permiten histeriquear
y seducir gente constantemente, llegando a
entablar largas charlas y devaneos amorosos no lo consideran una infidelidad,
aunque habría que ver que piensan de eso sus parejas.
El tema
fundamental para hablar de infidelidad es la ruptura del contrato que se había establecido.
El mismo, que muy pocas veces está explicitado, suele ser tácito en la mayoría
de los casos y en él, ambos miembros de la pareja acuerdan frecuentemente
mantener un vínculo de exclusividad sexual y afectiva. Al romperse o
incumplirse ese contrato entre los miembros de la pareja, se pone en cuestión
la confianza y la palabra empeñada, dañando la relación.
La
confianza de las personas es la que más sale perjudicada después de que una
infidelidad es descubierta, la persona engañada tendrá dificultades en volver a
creer, en confiar nuevamente cuando no se cumplió con lo que tenían pactado o
convenido. Recordemos que este tipo de contratos son arreglos implícitos que no
suelen estar explicitados, son reglas que se aceptan por parte de ambos miembros,
en donde la exclusividad suele ser un factor común en la mayoría de las
relaciones.
Si bien hay
parejas que establecen otro tipo de contratos, por ejemplo los swingers, que realizan
intercambio de parejas, también entre ellos existe cierto contrato, sólo que
con otras cláusulas o condiciones, quizás esté estipulado que pueden tener
relaciones sexuales con otras personas, pero sólo si está presente el otro
miembro de la pareja, o tal vez tienen la libertad de tener las relaciones que
quieran y con quien quieran, pero deben contarse lo que hagan. En cualquier
relación siempre hay cosas permitidas y cosas prohibidas. Los problemas en las
parejas suelen surgir cuando las reglas del juego no están claras, o cuando
alguno las rompe o las infringe. También aparecen dificultades o problemas
cuando existen malentendidos, el caso en donde uno creía una cosa y otro algo
diferente.
Pondré un
ejemplo para clarificar esto. Durante varios meses atendí a una pareja que
llamaremos Ana y Gustavo, ellos estuvieron conviviendo durante varios años,
tuvieron un hijo y en una crisis de pareja Gustavo decide vivir sólo. Esta
decisión es tomada en forma unilateral por él, a pesar de las súplicas de ella
para que se quede, revea su decisión o busque otro tipo de solución.
Acá surgió
el problema principal, Ana entendió que la ida de su pareja era una ruptura, si bien continuaron viéndose
con frecuencia, ella creyó que ya no se debían guardar fidelidad porque al no vivir
juntos no existía la relación o había cambiado significativamente, sin embargo
para él las cosas fueron significadas de forma diferente. Gustavo pensó que
seguían estando juntos y que las reglas de la relación seguían siendo las
mismas. El problema se planteó cuando después de un año de no convivir, Ana
queda embarazada y Gustavo se entera, pero duda de ser el padre a pesar de que
ellos seguían viéndose con frecuencia. Él comenta que: “Apenas ella me dijo que
estaba embarazada y que había decidido abortar no dudé un instante supe que ese
no era mi hijo”. Así fue como Gustavo comenzó a preguntar sobre lo sucedido
hasta que Ana reconoció que estaba embarazada de otra persona. Ella ya había
decidido interrumpir el embarazo y se practicó un aborto. La crisis de la
pareja ahí fue muy violenta, Gustavo tuvo varios ataques de nervios, llegando a
agredirse físicamente y también se encargó de contarle a toda su familia y a la
de Ana sobre lo sucedido.