viernes, 1 de febrero de 2013

gilberman35



La infidelidad: hacia una definición
El marido al llegar a su casa encuentra a un hombre abajo de la cama.
Muy enojado le pregunta a su mujer:
- ¿Qué hace ese hombre abajo de la cama?
- Abajo no se, pero arriba maravillas.
Introducción
Podemos definir a la infidelidad como la ruptura de un contrato, acuerdo o pacto implícito o explícito, en el cual uno de los dos miembros en una pareja, tiene algún tipo de relación con una tercera persona. Si bien esto puede sonar muy claro, a veces los límites de qué es lo que se considera una infidelidad varía de persona a persona.
Hay muchas personas que piensan que si no hubo sexo no hay infidelidad, para ellos los besos no contarían, otras más extremistas creen que tan sólo basta pensar en serlo o fantasear con otra persona para cometer una infidelidad. Y algunas otras personas que por ejemplo se permiten histeriquear y seducir gente constantemente, llegando a entablar largas charlas y devaneos amorosos no lo consideran una infidelidad, aunque habría que ver que piensan de eso sus parejas.
El tema fundamental para hablar de infidelidad es la ruptura del contrato que se había establecido. El mismo, que muy pocas veces está explicitado, suele ser tácito en la mayoría de los casos y en él, ambos miembros de la pareja acuerdan frecuentemente mantener un vínculo de exclusividad sexual y afectiva. Al romperse o incumplirse ese contrato entre los miembros de la pareja, se pone en cuestión la confianza y la palabra empeñada, dañando la relación.
La confianza de las personas es la que más sale perjudicada después de que una infidelidad es descubierta, la persona engañada tendrá dificultades en volver a creer, en confiar nuevamente cuando no se cumplió con lo que tenían pactado o convenido. Recordemos que este tipo de contratos son arreglos implícitos que no suelen estar explicitados, son reglas que se aceptan por parte de ambos miembros, en donde la exclusividad suele ser un factor común en la mayoría de las relaciones.
Si bien hay parejas que establecen otro tipo de contratos, por ejemplo los swingers, que realizan intercambio de parejas, también entre ellos existe cierto contrato, sólo que con otras cláusulas o condiciones, quizás esté estipulado que pueden tener relaciones sexuales con otras personas, pero sólo si está presente el otro miembro de la pareja, o tal vez tienen la libertad de tener las relaciones que quieran y con quien quieran, pero deben contarse lo que hagan. En cualquier relación siempre hay cosas permitidas y cosas prohibidas. Los problemas en las parejas suelen surgir cuando las reglas del juego no están claras, o cuando alguno las rompe o las infringe. También aparecen dificultades o problemas cuando existen malentendidos, el caso en donde uno creía una cosa y otro algo diferente.
Pondré un ejemplo para clarificar esto. Durante varios meses atendí a una pareja que llamaremos Ana y Gustavo, ellos estuvieron conviviendo durante varios años, tuvieron un hijo y en una crisis de pareja Gustavo decide vivir sólo. Esta decisión es tomada en forma unilateral por él, a pesar de las súplicas de ella para que se quede, revea su decisión o busque otro tipo de solución.
Acá surgió el problema principal, Ana entendió que la ida de su pareja  era una ruptura, si bien continuaron viéndose con frecuencia, ella creyó que ya no se debían guardar fidelidad porque al no vivir juntos no existía la relación o había cambiado significativamente, sin embargo para él las cosas fueron significadas de forma diferente. Gustavo pensó que seguían estando juntos y que las reglas de la relación seguían siendo las mismas. El problema se planteó cuando después de un año de no convivir, Ana queda embarazada y Gustavo se entera, pero duda de ser el padre a pesar de que ellos seguían viéndose con frecuencia. Él comenta que: “Apenas ella me dijo que estaba embarazada y que había decidido abortar no dudé un instante supe que ese no era mi hijo”. Así fue como Gustavo comenzó a preguntar sobre lo sucedido hasta que Ana reconoció que estaba embarazada de otra persona. Ella ya había decidido interrumpir el embarazo y se practicó un aborto. La crisis de la pareja ahí fue muy violenta, Gustavo tuvo varios ataques de nervios, llegando a agredirse físicamente y también se encargó de contarle a toda su familia y a la de Ana sobre lo sucedido.

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